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4 Estrategias para pulir tus habilidades de Negociación.

A veces es cómodo pensar que leyendo un montón de material sobre negociación que incluya tips, secretos y recomendaciones será suficiente para convertirnos en grandes negociadores; por otra parte, la práctica es muy importante, pues sin ella la teoría es ¡Letra muerta!

 Sin embargo, existe una fase entre la práctica y la revisión de la teoría en la que generalmente fallamos al no explotarla: la supervisión. El precisar los errores que hemos cometido durante un proceso de negociación que no resultó como lo esperábamos, nos ayudará a pulir nuestra experiencia para futuros encuentros.  He aquí cuatro estrategias para hacerlo:

 1 – Lleva un registro detallado: Así como es usual que nos recomienden llevar anotaciones expresas de lo que recordamos de los sueños al despertar, con miras a controlar su contenido y hacerlos provechosos, de la misma manera es necesario tomar apuntes precisos de cómo nos fue en una reunión delicada donde necesitábamos poner a prueba nuestra persuasión.

 Recuerda que no se trata de literalmente grabar todo el proceso - Lo cual en muchos casos puede ser ilegal sin el consentimiento de todas las partes, y solicitar ese consentimiento no creo que sea muy buena idea -, sino de recordar en qué momentos te sentiste más confiado y a punto de cerrar el negocio y en cuáles sentías que perdías las riendas. En la medida que te acostumbres a recordar los detalles verbales y no verbales, te será cada vez más fácil detallar, analizar y revisar tus habilidades persuasivas.

 2 – Lee casos de éxito: De la misma manera que analizas tus desaciertos, trata de investigar la experiencia de profesionales en tu ramo y circunstancias similares, e incluso de crear grupos de apoyo que permitan intercambiar los logros de los miembros, quienes de manera ideal deberán ser lo más similares posible en cuanto a profesión, experiencia y necesidades de negociación.

 3 – Practica el juego de rol: Por un momento, asume la postura de tu contraparte. Imagina que alguien que te cae muy mal (el peor escenario posible) debe defender tus propios argumentos ante ti. Puedes ser todo lo malvado que quieras; pregunta con saña, ve a los detalles, no dejes ninguna piedra sin alzar (o lanzar). Anota todo lo que se te ocurra y luego míralo desde tu propio punto de vista; de seguro encontrarás datos, preguntas y lagunas que no habías detectado viendo el cuadro sólo a través de tus ojos.

 4 – Estudia: Mas allá de anotar, compartir y hacer introspecciones de tu habilidad, es necesario acometer estudios formales que te permitan enriquecer tu experiencia como negociador.

 

VIA: LenguajeCorporal.Org

Productividad Marketing Errores Creatividad Emprendedor Negociación

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